Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales 04

Hemos decidido dedicar este número 4 de Redhes, en memoria del jurista y filósofo del Derecho sevillano Joaquín Herrera Flores, recién fallecido. Una revista, como la nuestra, dedicada, con una visión crítica, a los derechos humanos y a los estudios sociales, no puede dejar de rendir un sentido homenaje a quien fuera profesor de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, y que antes había formado parte de una de las instituciones que impulsa nuestra publicación, el Departamento de Filosofía del Derecho de la Universidad de Sevilla.

Y decidimos que Redhes está obligada a este homenaje, porque Joaquín Herrera dedicó buena parte de su pensar filosófico a profundizar en los derechos humanos, ofreciéndonos obras muy importantes, con una visión integral, compleja y crítica sobre la materia. Herrera que había sido alumno del ilustre profesor don Antonio Enrique Pérez Luño, en la Universidad de Sevilla, fue a su vez profesor, y en buena medida formador, de varios de los filósofos del Derecho que participan en nuestro consejo editorial, tales como David Sánchez Rubio, Rafael Rodríguez Prieto, José María Seco Martínez y Juan Antonio Senent de Frutos; además participaron en el Doctorado en Derechos Humanos y Desarrollo de la Universidad Pablo de Olavide, que Joaquín coordinaba, y fueran sus alumnos, Alejandro Medici, Norman Solórzano Alfaro y Oscar Arnulfo de la Torre de Lara.

Lo recuerdo con mucho gusto como amigo, y con agradecimiento por sus enseñanzas con relación a los derechos humanos. Lo conocí en 1993, en Aguascalientes, por medio de David Sánchez Rubio. David había venido a México a hacer parte de la investigación de su tesis doctoral, que le dirigía Joaquín Herrera; parte de su trabajo de investigación consistía en entrevistarse con algunos profesores ligados a la filosofía latinoamericana, como don Leopoldo Zea, a la filosofía de la liberación, como Enrique Dussel, y a la filosofía del Derecho, ligada a la filosofía de la liberación y al derecho alternativo, como es mi caso. Oscar Correas nos puso en contacto, y vi a David por primera vez en la UNAM; platicamos, le dí algunos de mis libros y acordamos volvernos a encontrar. Aproximadamente un mes después, David me llamó a Aguascalientes y me propuso que si podía venir con su director de tesis a platicar conmigo. Vinieron, y fue así que comenzamos, mi familia y yo, la amistad con David y con Joaquín. A partir de entonces iniciamos, además de la amistad, un fructífero intercambio académico.

Además de recordar a Joaquín como amigo, siempre lo tengo presente cuando de pensar, escribir o hablar de los derechos se trata. Herrera Flores publicó varios artículos y monografías, con relación a los derechos humanos; también escribió un libro notable por su importancia Los Derechos Humanos desde la Escuela de Budapesty fue coautor y editor de otra gran obra El vuelo de Anteo. Derechos Humanos y Crítica de la Razón Liberal. Herrera sostiene que debemos resistirnos al planteamiento que hace de los derechos humanos la razón liberal como fuerza compulsiva de los hechos

“…y plantear una alternativa que rechace todo tipo de naturalismo a favor de una concepción histórica y contextualizada de la realidad de los derechos humanos. Esta alternativa debe pasar por los siguientes pasos: 1) Recuperar la acción política de seres humanos corporales; 2) la formulación de una filosofía impura de los derechos; y 3) la recuperación de una metodología relacional.” (El vuelo de Anteo, 27)

La recuperación de lo político lo propone Herrera como la “actividad creadora de condiciones que faciliten la expansión de las potencialidades humanas”; una filosofía de lo impuro deberá tomar en cuenta “las asperidades y rugosidades de lo real”; y la metodología relacional asume la complejidad de los objetos de la investigación social.

Cuando reuní en 1998 una serie de ensayos sobre derechos humanos, con el objeto de publicarlos como libro, el editor, mi amigo Claudio Vargas, me propuso como título El derecho a tener derechos, por unas reflexiones que hago en el texto basándome en la filosofía de Joaquín Herrera. La idea me gustó y ese título quedó al libro. Cito un esplendoroso párrafo de Joaquín Herrera:

“El derecho a tener derechos, como “contenido esencial” de los derechos humanos, constituye el núcleo del valor de la dignidad humana, la cual necesita para su puesta en práctica esa triple condición de “vida”, “libertad” “igualdad”. Los derechos humanos serán, pues, las normas y reglas que institucionalizan jurídicamente la “justa exigencia” de los seres humanos de ser sujetos de derechos, de que se establezcan y desarrollen –por parte de todos–las condiciones que posibilitan su actuación como ser racional –vida y libertad-, y que les facilitan la puesta en práctica de los derechos que corresponden como seres humanos –igualdad, solidaridad e interdependencia-. Por ello los derechos humanos conforman el conjunto de normas y reglas que rellenan la orden formal vacía constituyente de la modernidad: “Actúa de tal modo que en tu acción asumas al hombre siempre como un fin y nunca como un medio.” Y, por esas mismas razones, pensamos que constituyen la única posibilidad para construir un procedimiento de justicia formal proyectable a la comunidad-humanidad: El dereho a tener derechos es la pauta normativa, y quizá sea la única, que puede y debe ser aplicada continua y consistentemente a todos los individuos, grupos, culturas y formas de vida que componen hoy por hoy el postulado-guía de la humanidad.” (Los Derechos Humanos desde la Escuela de Budapest, p. 128)

Ponemos, pues, a la consideración de los lectores el número 4 de Redhes, recordando al querido maestro Joaquín Herrera Flores.

Jesús Antonio de la Torre Rangel

Director del Consejo Editorial

Artículos

El arraigo de Anteo: Las lecciones políticas de Joaquín Herrera Flores

Alejandro Medici

Derechos humanos, interculturalidad y educación popular

Antonio Carlos Wolkmer y Anne Carolinne Batista

Los desafíos de una educación para los derechos humanos. Obstáculos, consideraciones y propuestas

Clovis Gorczevski

Sobre el concepto de “historización” y una crítica a la visión sobre las (de)-generaciones de derechos humanos

David Sánchez Rubio